Calendario republicano francés
El calendario
republicano francés (en francés: Calendrier républicain)
es un calendario propuesto durante la Revolución francesa y
adoptado por la Convención Nacional, que lo empleó
entre 1792 y 1806. El diseño intentaba adaptar el calendario
al sistema decimal y eliminar del mismo las referencias religiosas;
el año comenzaba el 22 de septiembre, coincidiendo con
el equinoccio de otoño en el Hemisferio norte.
El calendario republicano fue
diseñado por el matemático Gilbert Romme, miembro de la Convención,
con la ayuda de los astrónomos Joseph Jerôme de Lalande, Jean-Baptiste
Joseph Delambre y Pierre-Simon Laplace, aunque se le suele atribuir
notable participación al poeta Fabre d'Églantine quien dio los
nombres a los meses y días.
Nació así por decreto de la
Convención Nacional Francesa del 5 de octubre de 1793, y el
calendario fue adoptado por la Convención Nacional controlada por
los jacobinos el 24 de octubre de 1793. Se fijó su
inicio el 22 de septiembre de 1792, coincidiendo con la proclamación de
la República en el Jeu de Paume. De ese modo, el calendario
comenzó un año antes de ser finalmente adoptado, el día del inicio de la nueva
era de Francia, al punto que el periodo de septiembre de 1792 a septiembre de
1793 fue denominado "Año Uno de la Revolución".
El calendario fue de
aplicación civil en Francia y sus colonias americanas y
africanas hasta que Napoleón abolió su uso oficial el 1 de
enero de 1806 (de hecho este día correspondió a la medianoche
del 10 de nivoso del año XIV, es decir, el 31 de diciembre de 1805,
poco más de 12 años después de haber sido introducido) como una manera oportuna
de eliminar los signos de democracia republicana.
Napoleón se había
autoproclamado Emperador de los franceses en diciembre
de 1804 y había creado la nueva nobleza imperial durante el
año 1805. Ambos conceptos eran incompatibles con la naturaleza de este
calendario. Además, tras su abolición del calendario republicano y la vuelta al
gregoriano, se reconcilió con los católicos y el Papado, de los que
consiguió una cierta tolerancia al devolver las festividades civiles y
religiosas de la Iglesia católica; por otra parte, consideró asimismo
cuestiones prácticas, tales como las ventajas de utilizar el calendario
gregoriano, que casi todo el resto de Europa empleaba entonces.
Calendario republicano de 1794.
Este calendario se volvió a
implantar brevemente tras el derrocamiento de Napoleón en 1814, y fue
usado también por la efímera Comuna de París de 1871.
Índice
- 1Los meses del año
- 2Los días del año
- 2.1Otoño
- 2.2Invierno
- 2.3Primavera
- 2.4Verano
- 3Abolición
- 4Conversión al calendario gregoriano
- 5Referencias al calendario
- 6Notas
- 7Bibliografía
- 8Véase también
- 9Enlaces externos
Los meses
del año
En el calendario republicano,
los años siempre empezaban en el equinoccio de otoño, tenía
12 meses de 30 días cada uno. Los meses se dividen en tres
décadas de 10 días (desaparecen las semanas). No coinciden exactamente con los
meses del calendario gregoriano, al empezar siempre la cuenta de los meses
con el inicio astronómico de las estaciones, tal y como se hace también con
el zodiaco griego. Los nombres de los meses adoptan denominaciones de
fenómenos naturales y de la agricultura:
Una copia del Calendario Republicano Francés en
el Museo Histórico de Lausanne.
Otoño (terminación
-ario, -aire):
- Vendimiario (Vendémiaire) (del latín vindemia,
'vendimia'), a partir del 22, 23 o 24 de septiembre.
- Brumario (Brumaire) (del francés brume,
'bruma'), a partir del 22, 23 o 24 de octubre.
- Frimario (Frimaire) (del francés frimas,
'escarcha'), a partir del 21, 22 o 23 de noviembre.
Invierno (terminación
-oso, -ôse):
- Nivoso (Nivôse) (del latín nivosus,
'nevado'), a partir del 21, 22 o 23 de diciembre.
- Pluvioso (Pluviôse) (del latín pluviosus,
'lluvioso'), a partir del 20, 21 o 22 de enero.
- Ventoso (Ventôse) (del latín ventosus,
'ventoso'), a partir del 19, 20 o 21 de febrero.
Primavera (terminación -al):
- Germinal (del latín germen,
'semilla'), a partir del 20 o 21 de marzo.
- Floreal (Floréal) (del latín flos,
'flor'), a partir del 20 o 21 de abril.
- Pradial (Prairial) (del francés prairie,
'pradera'), a partir del 20 o 21 de mayo.
Verano (terminación -idor):
- Mesidor (Messidor) (del latín messis,
'cosecha'), a partir del 19 o 20 de junio.
- Termidor (Thermidor) (del griego thermos,
'calor'), a partir del 19 o 20 de julio.
- Fructidor (del latín fructus,
'fruta'), a partir del 18 o 19 de agosto.
La mayoría de los nombres de
meses son neologismos derivados de palabras similares en francés, latín o
griego. Las terminaciones de los nombres están agrupadas según la estación.
Cada uno de los diez días de
las décadas se llaman sencillamente primidi, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi, décadi.
Los cinco días (seis
en años bisiestos) que hacen falta para completar el año se empleaban como
fiestas nacionales al final de cada año. Al principio estos días fueron
conocidos como les Sans-Culottides, pero después del año III (1795)
fueron conocidos como les jours complémentaires o días
complementarios:
- Fiesta de la Virtud, el 17 o 18 de
septiembre.
- Fiesta del Talento, el 18 o 19 de
septiembre.
- Fiesta del Trabajo, el 19 o 20 de
septiembre.
- Fiesta de la Opinión, el 20 o 21 de
septiembre.
- Fiesta de las Recompensas, el 21 o 22 de
septiembre.
- Fiesta de la Revolución, el 22 o 23 de
septiembre (en años bisiestos).
Los años bisiestos en el
calendario republicano fueron un punto muy polémico, debido a los
requerimientos de comenzar el año en el equinoccio otoñal, así como de añadir
un día cada cuatro años (como en el calendario gregoriano). Aunque los
años III, VII y XI fueron considerados años bisiestos, y los años XV y XX
también se planificaron como tales, nunca se desarrolló un algoritmo para
determinar los años bisiestos después del año XX, porque el calendario fue
abolido. Véase como referencia el informe y proyecto de decreto presentados por
G. Romme, el 19 de floreal, año III:
Una regla de intercalación
levantará todos los inconvenientes. La que nos proponen los astrónomos conduce
a tres correcciones indispensables: una cada cuatro años, la segunda cada
cuatrocientos años; la tercera cada treinta y seis siglos, o por más
conveniencia, cada cuatro mil años. Llamando franciades esos tres periodos
sucesivos, todo el sistema de la computación francesa se encierra en esos seis resultados:
·
Diez días forman una década;
·
Tres décadas forman un mes;
·
Doce meses y cinco días forman
un año;
·
Cuatro años y un día forman
una franciade;
·
Cien franciades simples, menos
tres días, forman una franciade secular;
·
Diez franciades seculares,
menos un día forman una franciade milar.
Los días del
año
En lugar de asociarse
un santo a cada día, como ocurre en el calendario de la Iglesia
católica, cada día se asocia con una planta o mineral, un animal (los días
terminados en 5) o una herramienta (los días terminados en 0).
Otoño
Vendémiaire
(22 de septiembre ~ 21 de octubre)
|
Brumaire
(22 de octubre ~ 20 de noviembre)
|
Frimaire
(21 de noviembre ~ 20 de diciembre)
|
Invierno
Nivôse
(21 de diciembre ~ 19 de enero)
|
Pluviôse
(20 de enero ~ 18 de febrero)
|
Ventôse
(19 de febrero ~ 20 de marzo)
|
Primavera
Germinal
(21 de marzo ~ 19 de abril)
|
Floréal
(20 de abril ~ 19 de mayo)
|
Prairial
(20 de mayo ~ 18 de junio)
|
Verano
Messidor
(19 de junio ~ 18 de julio)
|
Thermidor
(19 de julio ~ 17 de agosto)
|
Fructidor
(18 de agosto ~ 16 de septiembre)
|
Abolición
El calendario fue abolido por
muchas razones. Era un calendario descuadrado con el ciclo lunar y además la
Iglesia católica se opuso por su intento de quitar la influencia cristiana del
calendario. En los calendarios, su desarrollo se entiende en la elección de un
adecuado ciclo largo (año), que coincida con el ciclo solar, y uno corto
(semana o mes, dependiendo del calendario), que cuadre con el ciclo lunar. En
esta línea, su gran problema era su completo desacompasamiento con el lunar:
semanas (meses) de 10 (30) días ganan 2 días por cada ciclo lunar. Por ejemplo,
este calendario era incompatible con los ritmos seculares de siembras, ferias y
mercados agrícolas y ganaderos que se rigen principalmente por una combinación
de los equinoccios (regidos por el ciclo solar) y los ciclos lunares. El
concepto de semana de 7 días es de origen lunar (4 semanas es un ciclo lunar) y
está presente ya en el calendario babilónico (s. VI a.C.).
La semana laboral de diez días
era también impopular porque dejaba menos días de descanso a los trabajadores,
al ser uno de cada diez, en lugar de uno de cada siete.
Conversión
al calendario gregoriano
El calendario fue abolido
desde el 1 de enero de 1805. Después de esa fecha, las opiniones
parecen diferir en el método por el que los años bisiestos se habrían
determinado si el calendario siguiera en vigor. Hay varias hipótesis para
convertir las fechas del calendario gregoriano, de las cuales estas tres
parecen ser las más significativas:
- Los años bisiestos se
siguen variando a fin de garantizar que cada año el equinoccio de otoño
caiga el 1 de Vendimiario, como fue el caso del año I del año XIV.
- El año bisiesto habría
aumentado después de 15 años a 20 años, después de que un año bisiesto
hubiera caído en cada año divisible por cuatro (por lo tanto en 20, 24, 28
...), a excepción de los años de final del siglo, de acuerdo con las
normas fijas propuestas por Romme. Esto simplifica las conversiones entre
los calendarios gregoriano y republicano, pues el día extra republicano
normalmente seguiría pocos meses después del 29 de febrero, al final de
cada año divisible por cuatro.
- Los años bisiestos se
habrían seguido con una regla fija, cada cuatro años a partir de la última
(años 15, 19, 23, 27 ...) con el día extra añadido el año antes del
divisible por cuatro, excepto los años de final de siglo.
- A partir del año 20, los
años divisibles por cuatro serían años bisiestos, con excepción de los
años divisibles por 128. Observación: esta norma fue propuesta por primera
vez por Von Mädler, no antes de finales del siglo XIX. La fecha del Año
Nuevo Republicano sigue siendo el mismo (23 de septiembre) en el
calendario gregoriano, cada año 129 a 256 (1920-2047 EC).
La siguiente tabla muestra la
relación entre varios años republicanos y gregorianos según el método:
ER
|
EC
|
Equinoccio
|
Romme
|
Continuo
|
128-años
|
CCXIV
(214)
|
2005
|
22 de
septiembrea
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
23 de
septiembre
|
CCXV
(215)
|
2006
|
23 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembrea
|
23 de
septiembre
|
CCXVI
(216)
|
2007
|
23 de
septiembre
|
22 de
septiembrea
|
23 de
septiembre
|
23 de
septiembrea
|
CCXVII
(217)
|
2008
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
23 de
septiembre
|
CCXVIII
(218)
|
2009
|
22 de
septiembrea
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
23 de
septiembre
|
CCXIX
(219)
|
2010
|
23 de
septiembre
|
22 de
septiembre
|
22 de
septiembrea
|
23 de
septiembre
|
Referencias
al calendario
En Argentina existe un vino
llamado Termidor.
Quizá la fecha más famosa de
este calendario fuera inmortalizada por Karl Marx en el título de su
escrito El 18 de brumario de Luis Bonaparte (1852) en que hizo
su famosa observación: «La historia se repite; la primera vez como tragedia,
la segunda como farsa», este de texto de Marx comparaba el inicio del
régimen de Napoleón Bonaparte con el de su sobrino menos afortunado Luis
Napoleón.
Otra referencia es la
película Messidor, dirigida por Alain Tanner.
La novela de Émile
Zola titulada Germinal, así como el plato «langosta a la
termidor» toman su nombre de los meses del calendario republicano.
El adjetivo "termidoriano"
(en referencia a la Convención termidoriana y la reacción
termidoriana) fue acuñado a raíz del derrocamiento del
gobierno jacobino y del régimen del Terror el 9
de termidor del año III (27 de julio de 1794), fecha cuando la
Convención arresta al máximo dirigente jacobino, Maximilien Robespierre, y
víspera de su ejecución.
Uno de los capítulos de la
novela gráfica The Sandman: Fábulas y reflejos de Neil
Gaiman hace referencia al mes termidor, centrándose su argumento en
la muerte de Robespierre. La palabra Thermidor designa
también una marca de relojes de fabricación española, construidos
entre los años 1960-2010.
Cabe subrayar que, en el
intento de eliminar todas las influencias religiosas del calendario para
universalizarlo, el calendario se hizo particularmente para Francia y el hemisferio
norte, dado que los nombres de los meses eran descriptivos del clima típico de
ese mes y podrían ser bastante imprecisos en otras partes del mundo: el ejemplo
más claro es el de un termidor de clima frío en
partes del hemisferio sur o de un nivoso cálido en
las colonias francesas.
Existen varias tablas de
conversión y programas, creadas sobre todo por los geneálogos. Algunos
entusiastas en Francia siguen empleando el calendario, más por nostalgia
histórica que por su funcionalidad.
Los textos legales que fueron
adoptados mientras el calendario republicano era oficial y siguen en vigor en
Francia han mantenido las fechas originales.
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