Una
hoja de vida o currículum vitae con licenciatura, post grados,
maestrías o con varios años de experiencia en puestos de responsabilidad
es un as bajo la manga para quien busca trabajo. ¿O no?
Profesionales
que invirtieron tiempo 'y dinero estudiando y otros ocuparon jefaturas
en el pasado se tropiezan con el rechazo del mercado por estar
sobrecalificados.
En
otras palabras, la sobrecalificación, en lugar de ayudar, se ha
convertido en un lastre para muchas personas. Esto se debe a diversas
razones.
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¿Por qué se da la sobrecalificación?
Por un
lado hay muchos jóvenes esforzándose por prepararse e incluso ingresan a
post grados y maestrías, pero en carreras que ya están saturadas y
donde no hay suficientes oportunidades para todos los individuos
calificados en esa área.
Un
buen número de estos jóvenes se lanza a buscar su primer trabajo
después de obtener su diploma de maestría. Al no contar con experiencia y
tener unas expectativas muy altas, les resulta muy difícil insertarse
en el mercado laboral.
Otro
grupo de profesionales que se ve afectado por la sobrecalificación sí
tiene experiencia, pero ha sido afectado por los cambios en la economía.
El proceso de fusiones, adquisiciones, cierres de empresa o reducciones
masivas de personal para disminuir costos de operación que ha vivido
casi todos los países en los últimos años, ha producido una sobreoferta
de profesionales
altamente calificados que, en muchos casos, ocupaban posiciones
gerenciales devengando altos salarios.
Estas
personas se ven en apuros para reinsertarse en el mercado de trabajo en
una posición similar a la que ocupaban, y con un salario
correspondiente a sus calificaciones y experiencias. La realidad es que
después de un tiempo de búsqueda infructuosa, la mayoría de las
personas está dispuesta a aceptar un puesto de menor jerarquía y menor
salario para sobrevivir".
Aunque
parezca irónico, no es fácil buscar un empleo inferior al que se tenía o
aceptar uno muy por debajo de las expectativas que dan un buen título.
Tal situación golpea la autoestima del aspirante, frustrado porque
siente que su esfuerzo y preparación no son reconocidos.
La sobrecalificación desde el punto de vista de los recursos humanos
Las
empresas desconfían del profesional sobrecalificado porque piensan que
esa persona que entra hoy a la empresa por necesidad, si dentro de seis
meses encuentra una oportunidad mejor, se irá y a ninguna empresa le
gusta contratar a alguien que no esté dispuesto a comprometerse con la
compañía y es que nadie quiere invertir tiempo, dinero y capacitación en
alguien que luego se
va a ir.
Aun
cuando el panorama se vea sombrío, muchos gerentes de recursos humanos
opinan que el aspirante no debe desanimarse. Sugieren que incluso cuando
el anuncio que vea en el periódico solicite a una persona de perfil más
bajo, de todos modos envié su hoja de vida, ya que siempre y cuando se
esté calificado, positivo y dispuesto a demostrar a la empresa lo que se
puede aportar a ella.
Sería
ventajoso tanto para la compañía como para el aspirante, que quien
aplica, incluso, a un puesto menor, vea las perspectivas dentro de esa
empresa. Las empresas están buscando a gente que haga carrera. Por
ejemplo, si está graduada en administración de empresas con una
especialidad en mercadeo, tal vez no importa entrar como secretaria a
una empresa del ramo, allí tiene
perspectivas y en el momento de que haya una vacante se podrá postular.
Otros
gerentes de recursos humanos sugieren que si por necesidad el
candidato tiene que escoger entre alternativas que no sean de movimiento
ascendente de carrera, debe encarar la situación con total honestidad y
trasparencia consigo mismo y con su futuro empleador.
Otra herramienta: Honestidad
Los
gerentes de RRHH concuerdan en que a la hora de presentar el currículo y
de ser entrevistado por el reclutador, la honestidad es el primer
requisito. El currículo siempre debe reflejar la realidad. Si usted
aplica para secretaria con un título de licenciada en administración de
empresa y ha ocupado otras posiciones de mayor jerarquía, no debe dejar
de reflejarlo en su hoja de
vida, aunque parezca que eso pueda cerrar las puertas.
Ocultar
información puede hacer quedar a la persona como deshonesta. Lo que sí
recomiendan al momento de la entrevista es hacer saber que podrá ocupar
ese puesto con las mismas habilidades que cualquier otra persona, y que
entre sus metas está dar lo mejor de sí a la empresa.
En
cuanto al factor edad, que preocupa a los profesionales que han sido
despedidos, se ha visto que las empresas están cambiando el paradigma de
calificar negativamente a los aspirantes que ya no son jóvenes. Señala
que los empresarios están valorando la experiencia de los profesionales
maduros, siempre y cuando estos se hayan mantenido actualizados. Si el
currículo de la persona deja
ver que la persona sigue en constante aprendizaje, la edad no tiene por
qué ser un escollo. Lo que sí puede resultar difícil es conseguir un
salario mejor o superior al que se tenía antes.
Toda
inversión en formación, capacitación y desarrollo humano es rentable
con el tiempo. En los momentos de contracción de la economía, la clave
consiste en orientar una búsqueda de oportunidad de trabajo a través de
un plan estratégico de reinserción, sabiendo que los resultados exitosos
del proceso pueden tardar. Si la urgencia apremia, hay que ser
consciente de que una medida táctica es reinsertarse y una estratégica
es acomodarse una vez se esté laborando".
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