Socialdemocracia:
definición y origen.
La socialdemocracia es una doctrina y movimiento político de tendencia
socialista surgida en Europa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX,
que si bien tiene su raíz en el marxismo clásico, se presenta como una propuesta teórica y práctica moderada.
Es decir, que para los socialdemócratas la transición de la sociedad capitalista al socialismo se pretende a través de medios pacíficos -reformas graduales
dentro del sistema- y no de medidas violentas como la revolución con miras a estruir el capitalismo como modo de producción.
En este sentido, el modelo socialdemócrata se deslinda de las tesis y acciones ortodoxas del marxismo, desde la interpretación materialista de la historia, la lucha de clases y la dictadura del proletariado hasta la teoría de la extinción del Estado.
De esta manera, la socialdemocracia, encabezada inicialmente por partidos políticos obreros, participa en el juego de poder de la democracia liberal. Así, el parlamentarismo y el electoralismo se presentan como los campos de batalla de este movimiento.
La cuna de la socialdemocracia se encuentra en Europa Central, donde Alemania destaca como país pionero en la promoción de esta ideología.
El Partido Obrero Socialdemócrata Alemán (1869) fue el primer partido de esta tendencia. No obstante, también figuran partidos políticos socialdemócratas surgidos a finales del siglo XIX en países del Este y Norte de Europa. Tales son los casos de Dinamarca (1878), Bélgica (1885), Noruega (1887), Austria (1889),Suecia (1889), Hungría (1890), Polonia (1892), Bulgaria (1893), Rumania (1893), Holanda (1894) y Rusia (1898).
Desde sus orígenes, el movimiento socialdemócrata se ha caracterizado fundamentalmente por su capacidad de transformación y voluntad de adecuarse a las exigencias de la realidad histórica que se vive en el momento.
Así, la socialdemocracia se ha modificado a través del tiempo en respuesta a
determinados paradigmas, reconfigurando su propia naturaleza.
PARADIGMA ESTABLECIDO RESPUESTA A
Marxismo clásico(1848-1916) Socialdemocracia originaria (1869-1945)
Liberalismo (1900-1930) Socialdemocracia clásica (1945-1973)
Neoliberalismo (1979-1998) Socialdemocracia renovada (1998-2005)
A pesar de esta tendencia transformadora, puede afirmarse que la esencia de
esta doctrina se ha mantenido durante toda su evolución: la búsqueda de los
medios necesarios para alcanzar las mayores cuotas de libertad, igualdad y
bienestar entre los miembros de una sociedad.
Asimismo, existen valores que también han permanecido como rasgos
característicos del paradigma socialdemócrata. Tal es el caso de la justicia
social, la solidaridad, la responsabilidad, el humanismo y el progresismo.
La socialdemocracia originaria (1869-1945).
A diferencia de la consigna marxista de destruir al Estado para establecer una
sociedad sin clases, el planteamiento socialdemócrata sostiene, en un primer
momento, que la instauración del socialismo debe realizarse a través de la
utilización del Estado. Se acepta que la emancipación de la clase trabajadora
puede lograrse dentro de la misma sociedad capitalista.
En otras palabras, se trata de impulsar el mayor número de reformas sociales
posible a favor de los más débiles dentro del mismo Estado. Ello con miras a
construir un Estado social y democrático que garantice los derechos y el
bienestar de la mayoría sin necesidad de abolirlo. Tal y como lo planteó en
1899 el alemán Eduard Bernstein –uno de los grandes fundadores de la
socialdemocracia y padre del revisionismo:
Desde el punto de vista político nos damos cuenta de que los privilegios
de la burguesía capitalista, en todos los países avanzados, dan paso poco
a poco a las instituciones democráticas... La legislación de la fábrica, la
democratización de las administraciones comunales y la extensión de su
competencia, la liberación de los sindicatos y de las cooperativas de todas
las trabas legales, la consulta permanente de las organizaciones obreras
por parte de las autoridades públicas en las contrataciones laborales
caracterizan el nivel actual del desarrollo...A medida que las instituciones
políticas de las naciones modernas se democratizan, se reducen la
necesidad y las oportunidades de grandes catástrofes políticas.1
En términos económicos, los socialdemócratas aceptan el sistema de economía
de mercado, aunque también reconocen que éste presenta deficiencias al
asignar los recursos. Por lo tanto, promueven la intervención de la autoridad
pública para establecer equilibrios y garantizar la libertad económica.
Así, desde su nacimiento la socialdemocracia fue identificada con el
reformismo. Para sus críticos –los marxistas ortodoxos- más que la búsqueda
de la emancipación de la humanidad a través de reformas políticas y sociales,
se trataba de una traición a la utopía socialista, una claudicación al ideal
revolucionario, al elegir el camino de la democracia liberal y al aceptar el
capitalismo como sistema económico.
En cambio para los socialdemócratas originarios, la elección de la lucha
democrática para lograr el mejoramiento de la condición de vida de los
trabajadores dentro de la sociedad capitalista, se trataba de una opción viable
que simplemente utilizaría otros métodos, pero que mantenía como meta la
instauración del socialismo.
En este sentido, en su versión originaria la socialdemocracia se define como un
partido político reformista, socialista y democrático que lucha por el progreso
social y la conquista de la democracia con la finalidad de impulsar el desarrollo
de la sociedad hacia el socialismo.
Cabe destacar que a pesar de que en esta primera etapa la clase obrera,
condensada en un partido político monoclasista, se mantuvo como el sujeto de
cambio primordial, ya se reconocía le necesidad de transformar aquel partido
de clase en un partido del pueblo.
Política de clase obrera no significa aquí un antagonismo absoluto con los
intereses de las otras clases, pero significa libertad de los intereses
particulares y específicos de las otras clases...Así, se puede convertir en
un ‘partido del pueblo’ sólo en el sentido y en la medida en que los
obreros mismos se conviertan en el elemento determinante en el pueblo,
alrededor del cual se agrupen otras capas sociales como pertenecientes
esencialmente a él.
MARXISMO CLÁSICO SOCIALDEMOCRACIA
ORIGINARIA
META Instauración del socialismo Instauración del socialismo
CONSIGNA Destruir el Estado Utilizar el Estado
ESTRATEGIA Revolución Reformas
ACTOR Partido monoclasista Partido policlasista
TIPO DE ESTADO Sociedad sin clases Estado democrático
La tarea fundamental del movimiento socialdemócrata es en este periodo
organizar políticamente a la clase trabajadora para luchar por la ampliación de
sus derechos políticos y sociales para, una vez organizada, formarla para la
democracia.
En suma, la socialdemocracia originaria destaca por su gran vocación
democrática y de transformación fundamentada en un rico debate teórico que
permitió proponer estrategias ad hoc a los acontecimientos que se suscitaban
en aquella época, a la par de que mantuvo viva la utopía socialista.
La socialdemocracia se propone ante todo elevar continuamente al
trabajador de la condición de proletario a la de ciudadano y generalizar el
sistema civil o la condición de ciudadano. No trata de sustituir la
sociedad civil por una sociedad proletaria, sino el orden social capitalista
por un orden social socialista.4
La socialdemocracia clásica (1945-1973).
Hasta finales de los años cincuenta del siglo XX, la socialdemocracia en general
siguió basando sus acciones en tesis marxistas. Incluso mantuvo la meta de
establecer una sociedad sin clases. Sin embargo, las circunstancias históricas
la obligaron a dar un viraje ideológico radical.
En 1959, año en el que se celebró el Congreso del Partido Socialdemócrata
Alemán (SPD) en Bad Godesberg, se reconoció la obsolescencia del marxismo
frente a los retos que implicaba sobrevivir en una situación de posguerra y
frente a la posibilidad de llegar al gobierno.
Finalmente, la socialdemocracia, en este segundo periodo, se consolidó como
una de las principales fuerzas políticas leal al sistema capitalista, teniendo su
mayor periodo de auge entre los años 1945 y 1973.
Ya no se trataba de alcanzar aquella sociedad sin clases; ahora se pretendía
humanizar el capitalismo y reformar el Estado. Una vez más la
socialdemocracia adoptaba una estrategia pragmática y realista que se
adaptaba a las nuevas circunstancias.
El contexto en el que se desarrolla esta etapa de la denominada
socialdemocracia clásica se caracteriza fundamentalmente por el auge y la
expansión del capitalismo que se presenta a nivel mundial.
En este sentido, el crecimiento económico sostenido que se dio en los países de
Europa después de la Segunda Guerra Mundial, fomentado entre otras cosas
por el apoyo de Estados Unidos, permitió la instauración del Estado de
bienestar. Un modelo político y social que permitió a la socialdemocracia
expresar sus ideales.
Para el británico Charles Anthony Raven Crosland5, los cinco elementos que
componen el paradigma socialdemócrata clásico son:
5 El libro clásico de este autor se titula El futuro del socialismo y fue escrito en 1956.
a) El liberalismo político: la aceptación de las instituciones liberaldemocráticas.
b) La economía mixta: la coexistencia de la propiedad privada de los
medios de producción y de un control público de la actividad
económica a través de la planificación.
c) El Estado de bienestar: la ejecución de políticas sociales tendientes a
distribuir la riqueza de una forma más equitativa, mitigando los
efectos del mercado, y a promover la justicia social, corrigiendo los
desequilibrios económicos.
d) El keynesianismo: la ejecución de políticas económicas tendientes a
lograr pleno empleo, salarios elevados, estabilidad de precios y
aumento del gasto público.
e) El compromiso con la igualdad social.
Durante este periodo la socialdemocracia logró grandes éxitos. No sólo en
términos de victorias electorales, sino también respecto a la difusión de su
modelo: conjunción de la democracia liberal, el capitalismo y el bienestar social.
Entre los más destacados dirigentes políticos de estos años se encuentran: el
Primer Ministro sueco Olof Palme (1969-1976, reelegido en 1982); el Canciller
de Austria Bruno Kreisky (1970-1983) y; el Canciller alemán Willy Brandt
(1969-1974).
Para este entonces, la socialdemocracia clásica se define como la forma de
organización obrera más extendida en el capitalismo democrático; como la
única fuerza política de izquierdas que ha podido demostrar un récord de
reformas a favor del bienestar de los obreros.6
Continuando con la estrategia política de establecer y fortalecer a partidos
interclasistas, la socialdemocracia clásica buscó la integración social del
electorado para obtener el mayor número de votos posible. Es decir, buscó el
apoyo fuera de la clase obrera. Así, esta búsqueda de aliados se arraigó a partir
de entonces como una táctica inherente al electoralismo.
Ello también respondió a la evolución numérica de la estructura de clases en
las sociedades modernas, lo cual exigía propuestas más amplias y diversas. Los
partidos socialdemócratas dieron así un nuevo contenido a sus plataformas.
Las alianzas más allá de la clase han de basarse en la convergencia de los
intereses económicos inmediatos de la clase obrera y los de los otros
grupos. Los socialdemócratas tienen que ofrecer créditos a los pequeños
burgueses, pensiones a los empleados y funcionarios, salarios mínimos a
los obreros, protección a los consumidores, educación a los jóvenes,
descuentos familiares a las familias...Tal convergencia no puede existir de
manera que refuerce la cohesión y la combatividad de los obreros contra
las otras clases. Cuando los socialdemócratas amplían su llamado, se ven
obligados a prometer luchar no por unos objetivos específicos de los
trabajadores como clase, sino sólo por aquellos que los obreros
comparten como individuos con otros miembros de otras clases...Lo que
se ve comprometido cuando los partidos obreros se convierten en partidos
de masas es el propio principio de la lucha de clases, la lucha entre
colectividades con una cohesión interna...Cuando los partidos
socialdemócratas se convierten en partidos ‘de toda la nación’, refuerzan
su visión de la política como un procesos de definición del bienestar
colectivo de ‘todos los miembros de la sociedad.7
SOCIALDEMOCRACIA
ORIGINARIA
SOCIALDEMOCRACIA
CLÁSICA
META Instauración del socialismo Adaptación y humanización
del capitalismo
CONSIGNA Utilizar el Estado Reformar el Estado
ESTRATEGIA Reformas Reformas
ACTOR Partido policlasista Partido policlasista
TIPO DE
ESTADO
Estado democrático Estado
benefactor/interventor
Más de dos décadas de grandes éxitos llegaron a su fin con la quiebra del
sistema capitalista y el denominado “consenso del bienestar” en los años
setenta. La crisis del petróleo y la consecuente alza de los precios en el mercado
desencadenaron una recesión económica, que finalmente expresó el fin de los
años dorados del capitalismo.
El modelo de crecimiento económico que había financiado al Estado de
bienestar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial mostró sus límites8, lo que
condujo a la implantación de un nuevo modelo: el neoliberal.
A escala doméstica la crisis del Estado de bienestar fue insostenible. Si bien a
nivel ideológico comenzaba la ofensiva del discurso conservador contra la
viabilidad de un Estado interventor, la realidad también mostraba las fallas y el
agotamiento de las políticas de bienestar económico y social.
Algunos de los problemas que se presentaron fueron: el aumento excesivo de
los gastos públicos, los índices elevados de inflación, el aumento de la deuda
pública, la ineficiencia de la burocracia, la pérdida de competitividad de las
empresas públicas, etc.
El establecimiento de gobiernos de centro derecha en la década de los ochenta,
como los encabezados por Margaret Thatcher en Gran Bretaña (1979-1990),
Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989) y Helmut Kohl en Alemania
(1982-1998), marcó el derrumbe del paradigma socialdemócrata clásico.
El nuevo modelo neoliberal propugnó por el adelgazamiento del Estado y la
mayor intervención del sector privado en la economía. A partir de entonces el
motor del crecimiento económico de los países se basó en el comercio
internacional. Asimismo, se promovieron políticas de privatización,
liberalización y desregulación como los nuevos ejes del desarrollo económico.
8 Ver el estudio Los límites del crecimiento elaborado por el Massachusetts Institute of
Technology en 1972.
La instauración de este modelo se justificó erróneamente en las supuestas
fallas y excesos del Estado de bienestar. Para los neoliberales el Estado se
presentaba como el gran culpable de la quiebra del sistema capitalista.
Ciertamente el modelo económico de los años de posguerra se había agotado,
no obstante, no sólo se trataba de la caducidad de ciertas políticas del Estado
benefactor. También la globalización económica, desencadenada con gran
fuerza a partir de la década de los ochenta, planteaba nuevos escenarios,
nuevos retos y nuevas exigencias.
La tercera vía (1998-2005).
Ante este nuevo panorama, la socialdemocracia respondió una vez más con una
propuesta alternativa: la tercera vía. Una tercera vía que se ubicó entre el
modelo socialdemócrata clásico y el modelo neoliberal. En palabras de su gran
ideólogo, Anthony Giddens:
...la “tercera vía” se refiere a un marco de pensamiento y política
práctica que busca adoptar la socialdemocracia a un mundo que ha
cambiado esencialmente a lo largo de las dos o tres últimas décadas. Es
una tercera vía en cuanto que es un intento por trascender tanto la
socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo.
En términos generales, se trató de un proyecto de centro-izquierda para
renovar la socialdemocracia en el marco de la globalización y para responder a
la ola neoconservadora. En Europa y Estados Unidos los gobiernos que
representan esta tendencia son: el británico encabezado por Tony Blair y su
“Nuevo Laborismo” (1997); el alemán con Gerhard Schröder y su “Nuevo
Centro” (1998) y; el norteamericano dirigido por el demócrata William Clinton
(1993-2001).
Estos gobiernos aceptaron las condiciones de disciplina fiscal, estabilidad
macroeconómica y reformas políticas que demandaba el neoliberalismo. Sin
embargo, fieles a los principios y valores socialdemócratas, también fueron
capaces de mantener la esencia del modelo: a) un Estado socialmente
responsable, b) un Estado como regulador último de la economía y c) el
compromiso con el bienestar social de las mayorías.
En este sentido, dichos gobernantes fueron tildados de pragmáticos y en
algunos casos duramente criticados. En otros países se mantuvo una tendencia
más tradicional. Tal es el caso de la Francia gobernada por el socialista Lionel
Jospin (1997-2002), quien calificó la tercera vía de Blair y Schröder como un
neoliberalismo disfrazado.
A pesar de estas distintas versiones de gobiernos de centro-izquierda en Europa
y Estados Unidos, puede afirmarse que todos promovieron los mismos ejes
programáticos: la reconstrucción del Estado hacia un nuevo Estado
democrático, social e inversor; el impulso de una sociedad civil más activa; el
establecimiento de una economía mixta y; la promoción de valores como la
igualdad, la justicia, la responsabilidad y la inclusión.
SOCIALDEMOCRACIA
CLÁSICA
TERCERA VÍA
META Adaptación y humanización
del capitalismo
Democratización del
capitalismo mundial
CONSIGNA Reformar el Estado Reformar el Estado
ESTRATEGIA Reformas Reformas
ACTOR Partido policlasista Partidos policlasistas y
sociedad civil
TIPO DE ESTADO Estado
benefactor/interventor
Estado regulador e inversor
En conclusión, la socialdemocracia renovada logró afirmarse como una
alternativa progresista frente a las tendencias conservadoras que han avalado
el desarrollo desigual entre los ricos y los pobres en un contexto de
trasnacionalización económica.
Asimismo, se ha preservado la idea de un Estado social democrático que
garantice los derechos y el bienestar de los ciudadanos. No obstante, para
muchos, el movimiento socialdemócrata ha perdido la voluntad de
transformación, dedicándose únicamente a resolver los problemas inmediatos.
En Estados Unidos, los denominados “nuevos demócratas” describieron esta
tercera vía como por medio de la Declaración del Nuevo Progresismo publicada
por el Consejo de Liderazgo Demócrata en 1996. En ella, los “nuevos
demócratas” planteaban que:
...el surgimiento de nuevos mercados globales y de la economía del
conocimiento, junto al fin de al guerra fría, ha afectado la capacidad de
los gobiernos nacionales para controlar la vida económica y proporcionar
una gama de prestaciones sociales en continuo crecimiento. Tenemos que
crear un marco diferente, que evite tanto el Gobierno vertical,
burocrático, auspiciado por la vieja izquierda como la aspiración de la
derecha a desmantelar el Estado en su conjunto.10
A partir de esta propuesta, se destacaron los pilares del nuevo progresismo
ubicados en: la igualdad de oportunidades, la responsabilidad personal y la
movilización de ciudadanos y comunidades. En esta tendencia se propone que
las políticas públicas ya no estén dirigidas a la redistribución de la riqueza,
sino más bien a la creación de ésta.
Es decir, “en lugar de ofrecer subsidios a las empresas, el Gobierno debería
promover condiciones que llevan a las compañías a innovar y a los trabajadores
a ser más eficientes en la economía global”.11 Estas ideas estuvieron animadas
e implementadas por el presidente Bill Clinton.
Por lo que respecta al desarrollo de esta filosofía política en Reino Unido como
ya se mencionó, fue el Partido Laborista bajo el liderazgo de Tony Blair, quien
impulsó la idea del Nuevo Laborismo desarrollando, de esta forma, la tercera
vía. Los defensores de la tercera vía en Reino Unido aceptaron que algunas
reformas neoliberales realizadas fueron necesarias para impulsar la
modernización, sin embargo, surgieron amenazas a la cohesión social por el surgimiento de mercados sin regular.
El punto en el que coinciden los Nuevos Demócratas y los Nuevos Laboristas es en la especial atención aplicada a la vida familiar, a la criminalidad y a la decadencia de la comunidad. Ellos consideran que los trastornos familiares dan lugar a un comportamiento antisocial y a la criminalidad, por lo tanto, la tercera vía sugiere que es posible combinar la solidaridad social con una
economía dinámica, meta que debería ser alcanzada por los socialdemócratas contemporáneos. Para alcanzar esta meta se exhorta a fomentar menos el gobierno nacional y el central, pero tener mayor gobernancia sobre los procesos locales.
En suma, los partidarios de la tercera vía consideran que la globalización económica ha vuelto obsoleto el estatismo de la vieja izquierda. Por ello Giddens propone que los socialdemócratas modernizadores deben estimular la
colaboración internacional en cinco áreas básicas: la gobernancia de la economía mundial, la gestión ecológica global, la regulación del poder corporativo, el control de las guerras y el fomento de la democracia transnacional.
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